¿Alguna vez te ha pasado por la cabeza si ahorrar en gasolina podría hacer daño a tu coche?
Si estás aquí leyendo, seguro que sí.
Porque, ¿a quien no le interesa ahorrar unos euros sin sacrificar la salud de su coche? Pues eso, vamos con la solución y algunos consejos.
¿Será un mito o una realidad?
En cualquier caso así es como te imagino repostando a partir de ahora:
1. ¿Qué es la gasolina barata?
Por lo general, este término hace referencia a aquellas que se venden por debajo del promedio del mercado.
Vamos, la que le interesa al bolsillo de todos.
Pero, ¿por qué es barata?
En muchas ocasiones se debe a:
- Promociones de estaciones de servicio.
- Menos impuestos o gastos en infraestructuras y personal.
- Calidad inferior.
Y esta última, ¡cuidado! ¿Cuán peor es? ¿Puede mi vehículo salirse una rueda?
No, respira. Los efectos nunca serán inmediatos, sigue leyendo.
2. Composición y calidad de la gasolina
Cuando hablamos de una gasolina barata, debemos hablar en términos de cómo se mide, en base a sus octanajes. Un palabro que solo hace referencia a la capacidad del combustible para resistir el golpeteo del motor.
Entonces ¿tiene un impacto en mi motor?
Mito: La gasolina barata dañará tu motor o al rendimiento del coche.
Así es, la gasolina que te venden en las estaciones no es mala por que cueste menos, solo significa que no lleva los aditivos que algunas empresas añaden para mejorar la salud del motor de tu vehículo, o al menos, eso dicen (yo nunca lo comprobé y eso que lo probé un tiempo).
Eso sí, si te equivocas de gasolina a diésel, no es que te vendieron una mala, es que te equivocaste y luego sí que llegan los problemas.
Pero eso es otro melón que ojala no abras nunca.
Por lo que también es un no a la pregunta de si tu coche alcanzará más velocidad o menos en base a su combustible normal o premium. Más bien del mantenimiento que le des, el estado de los filtros, la calidad de la lubricación, entro otros…
Conclusión
Tu coche no desarrollará problemas porque gastes unos céntimos por litro menos pero sí por una carencia en su cuidado o por su desuso.
Y si es por desuso, ¿para qué pagarías un seguro cada año? La mejor opción si es el caso, es venderlo.
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Mejor que perder dinero, es ganarlo.
